13 de marzo de 2011

Por qué defender el tabaco: libertad

Siendo Micrópolis una ciudad con representatividad de todas las opiniones, desde el Club de Fumadores nos oponemos taxativamente a la medida punitiva que prohíbe fumar en los espacios públicos (parques) y los espacios que consideramos de carácter privado o íntimo (casa y coche) aun habiendo menores en ellos.

En el Artículo 1º, capítulo 2º de la Constitución española se recogen los derechos fundamentales de las personas como los que gozan de mayor protección. Como defensa de nuestra oposición entendemos que han de tenerse en cuenta los principios de libertad, igualdad, intimidad y libertad de enseñanza sin ser incompatibles con los concernientes a la protección de menores.

Asimismo, defendemos que si los niños tienden a imitar los comportamientos adultos -y éste es uno de los motivos por el cual se restringe la libertad de los fumadores en Micrópolis-, la medida alternativa para que esto no suceda es fomentar una educación antitabaco desde los Medios de Comunicación y desde la familia.

El primer derecho fundamental del que gozan todos los individuos es su libertad (Artículo 17 CE). Desde esa libertad se deciden las acciones. Consideramos que la medida de Micrópolis coarta radicalmente la libertad de los fumadores, puesto que fumar se considera acción punitiva. Debemos acudir al respeto, tanto de los no fumadores como de los fumadores. En Micrópolis sólo se respeta a los no fumadores. Del mismo modo, el principio de igualdad  (Artículo 14 CE) rechaza la discriminación por cualquier condición o circunstancia. Prohibir fumar en todos los espacios (privados y públicos) es una discriminación de circunstancia hacia las personas que fuman, y encontramos una laguna social en la norma pues no se especifican los espacios en los que sí se podría fumar.

Droga aceptada y legal

Según el ordenamiento actual,  pese a que se restrinjan los espacios de consumo. Los fabricantes sólo están obligados legalmente a informar sobre los riesgos para la salud.

Que consideren al tabaco una droga ilegal. Sin llegar a legislar, conseguir que el tabaco sea una sustancia castigada moralmente por la sociedad es una tarea de siglos, de forma que no será posible.

La hipocresía del sistema fiscal

El tabaco es una fuente de ingresos en Micrópolis: si se restringe el consumo de tabaco en determinados lugares, tendremos un exceso de oferta y escasez de demanda, por lo que se perderá dinero en el negocio bajando las ventas. Estas ventas repercuten en las arcas públicas de la ciudad . También repercutirá negativamente en las empresas tabacaleras, puesto que si no se vende tabaco no obtendrán ingresos para subsistir empresarialmente, se reducirán los establecimientos de venta y como consecuencia habrá pérdidas de empleo

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